Opinión

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dijous, 17 de novembre 2022 18:15

Dos mujeres riéndose mientras leen una revista.
13 - 01 - 2025

La importancia de una buena red de apoyo en el ámbito de la demencia

Categorías: Opinión

Mercedes Torrecilla | Psicóloga La demencia no sólo afecta a la persona que la padece, sino también a sus cuidadores y familiares. En este sentido, se hace necesario un fuerte sistema de apoyo social para manejar las dificultades que presenta esta enfermedad. Tanto la persona con demencia como la que le cuida pueden beneficiarse de un buen sistema de apoyo en términos de acompañamiento emocional y social. Un buen sistema de apoyo social se compone de personas y recursos que siempre están dispuestos a echar una mano. Esto incluye a familiares, amigos, vecinos, organizaciones de apoyo, profesionales médicos y servicios. Esta red ofrece comprensión, escucha y ayuda en diversos aspectos de la vida diaria. La calidad de las relaciones y la colaboración entre los miembros de la red para apoyarse unos a otros en las diversas facetas de la vida diaria son factores clave. Tener una red social fuerte ofrece gran variedad de beneficios. En lo que respecta a la persona con demencia, un sistema de apoyo le aporta un sentido de comunidad y conexión con los demás, pudiendo disminuir la soledad y el aislamiento que frecuentemente acompañan a la demencia. Además, fomentar la interacción social puede ayudar en el mantenimiento a largo plazo de las capacidades cognitivas y funcionales, así como ayudar a mantener la identidad y autoestima a través de la participación en actividades recreativas y sociales. Del mismo modo, el cuidador principal también se beneficia de tener un fuerte sistema de apoyo. Poder hablar sobre sus luchas, éxitos y preocupaciones con otras personas en esta situación les brinda la oportunidad de reducir el estrés y el agotamiento. La red de apoyo ofrece un lugar seguro para expresar sentimientos y encontrar aliento, que también puede proporcionar conocimientos, sugerencias y recursos. El estrés del cuidado también puede ser compartido por el sistema de apoyo social, lo que permite que el cuidador principal tome los descansos necesarios y cuide su propia salud y bienestar. Esto es crucial ya que cuidar a una persona con demencia requiere un compromiso continuo a largo plazo, y es importante que el cuidador también se cuide a sí mismo. Concluyendo, tener un fuerte sistema de apoyo social es fundamental para la persona con demencia y su cuidador principal. Esta red apoya el bienestar general, combate la soledad y ofrece estimulación social. También proporciona un espacio donde la persona que cuida puede intercambiar experiencias, aprender cosas nuevas y relajarse. La demencia es un desafío que afecta a toda la familia, y contar con el apoyo adecuado puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de todos los involucrados.

dilluns, 13 de gener 2025 10:36

Mujer haciendo ejercicio.
21 - 11 - 2024

Prevención de la demencia

Categorías: Opinión

Mercedes Torrecilla | Psicóloga La demencia es una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes en todo el mundo, y desafortunadamente, aún no hay una cura definitiva. Sin embargo, la prevención temprana puede ser una herramienta poderosa en la lucha contra la demencia. Como factores predictores de la demencia podemos encontrar la edad, la genética, el estilo de vida y las enfermedades crónicas. La edad es el factor de riesgo más importante para la demencia u otros trastornos neurodegenerativos. A medida que envejecemos, aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. La genética también juega un papel importante en la enfermedad. Las personas que tienen antecedentes familiares de Alzheimer u otras demencias tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas que tienen antecedentes familiares desarrollarán la enfermedad. Otros factores que pueden aumentar el riesgo incluyen el estilo de vida y las enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y la obesidad. Sabemos que no podemos cambiar nuestra edad o nuestra genética, sin embargo sí que podemos hacer pequeñas modificaciones en nuestro estilo de vida para reducir el riesgo de desarrollar demencia. La prevención de la demencia comienza con la adopción de un estilo de vida saludable. La actividad física regular, una dieta saludable y equilibrada, y una vida social y mentalmente activa pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer u otras demencias. La actividad física regular es importante para mantener la salud del cerebro. Los estudios han demostrado que el ejercicio físico puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia. Además se ha comprobado que una velocidad reducida de la marcha puede ser un predictor de deterioro cognitivo, ya que esta depende del correcto funcionamiento las capacidades de atención, control ejecutivo y memoria. Por otra parte, la dieta también juega un papel importante en la prevención de la demencia. Una dieta saludable y equilibrada que incluya frutas y verduras, proteínas y grasas saludables puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. La ingesta insuficiente de los nutrientes esenciales también puede provocar un trastorno neurológico, debido a la alteración del sistema nervioso. Del mismo modo, una vida social y mentalmente activa puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar demencia u otros trastornos neurodegenerativos. Participar en actividades sociales, como grupos de interés y eventos comunitarios, ayuda a mantener la mente activa y reducir el estrés. La estimulación de las capacidades cognitivas también resulta eficaz en la prevención de la demencia. Se recomienda realizar actividades mentales, como juegos de memoria y aprendizaje de nuevas habilidades. En resumen, la prevención temprana es fundamental en la lucha contra la demencia. Los factores predictores de la demencia, incluyendo la edad, la genética, el estilo de vida, la estimulación cognitiva, entre otros, pueden ayudar a identificar a las personas que tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

dijous, 21 de novembre 2024 08:43

Cuidadora con su familiar.
20 - 11 - 2024

Recomendaciones emocionales para el buen cuidado de personas con demencia

Categorías: Opinión

Área de referencia | CREA Cuidar a una persona con demencia puede ser emocionalmente desafiante, pero también muy gratificante. Por esta razón, desde el CREA del Imserso os facilitamos algunas recomendaciones emocionales para mantener una conexión saludable y proporcionarles el apoyo que necesitan: 1. Cultiva la paciencia La demencia afecta la memoria, la comunicación y el comportamiento, lo que puede generar frustración en los cuidadores. Es importante recordar que sus acciones no son intencionales, sino un efecto de la enfermedad. Cómo manejarlo: Respira profundamente cuando te sientas abrumado. Repite instrucciones o explicaciones con calma, incluso si debes hacerlo varias veces. No discutas ni intentes corregirlos cuando están confundidos; en su mundo, lo que sienten es real. 2. Mantén una actitud empática Ponerte en el lugar de la persona con demencia ayuda a comprender sus miedos, ansiedades y confusión. Su realidad puede ser diferente, pero para ellos es completamente válida. Cómo demostrar empatía: Escucha activamente sus necesidades, incluso si no tienen sentido lógico. Responde a sus emociones, no solo a sus palabras. Por ejemplo, si están asustados, diles: "Estoy aquí contigo, estás a salvo." Usa el contacto físico (como un apretón de manos o una caricia) para transmitir calma y afecto. 3. Celebra las pequeñas victorias Enfocarte en lo positivo puede ayudarte a mantener una actitud optimista frente a los desafíos diarios. Cómo hacerlo: Reconoce y celebra los momentos en que logran hacer algo por sí mismos, como vestirse o recordar un nombre. Aprecia las pequeñas interacciones significativas, como una sonrisa o un abrazo espontáneo. Concéntrate en lo que todavía pueden hacer, en lugar de lo que han perdido. 4. Sé flexible y acepta el cambio La demencia es una enfermedad progresiva, lo que significa que las necesidades y habilidades de la persona cambiarán con el tiempo. La flexibilidad es clave para adaptarte y brindarles el mejor cuidado posible. Cómo adaptarte: Ajusta tus expectativas y no te aferres a la forma en que eran antes. Permítete fluir con sus cambios de humor o comportamiento, en lugar de resistirte o frustrarte. Acepta ayuda de otros cuando la necesites; no tienes que hacerlo todo tú solo. 5. Cuida de tus propias emociones Cuidar a alguien con demencia puede ser emocionalmente agotador. Es crucial priorizar tu propio bienestar para evitar el agotamiento. Estrategias para cuidarte: Busca apoyo en grupos de cuidadores; compartir tus experiencias con personas que te entienden puede aliviar la carga emocional. Tómate descansos regulares para desconectarte y recargar energías. Habla con un terapeuta si te sientes abrumado, triste o frustrado. 6. Conéctate desde el amor y la validación Aunque la demencia puede alterar la memoria y la comunicación, las emociones profundas y el amor suelen permanecer intactos. Cómo reforzar el vínculo emocional: Usa el lenguaje no verbal, como sonrisas, abrazos y miradas cariñosas. Haz actividades que puedan disfrutar, como mirar fotos, escuchar música o pasear al aire libre. Recuérdales constantemente que están seguros y amados, incluso si no pueden expresar su gratitud. En resumen, cuidar a una persona con demencia requiere paciencia, empatía y flexibilidad, pero también implica cuidar tus propias emociones. Abordar el cuidado desde el amor y la aceptación puede transformar los desafíos en oportunidades para crear una conexión más profunda y significativa.

dimecres, 20 de novembre 2024 09:05

Calle de una ciudad de noche.
13 - 11 - 2024

La vida en comunidad y las personas con demencia

Categorías: Opinión

Mercedes Torrecilla | Psicóloga En la sociedad de hoy en día, todavía permanece un importante estigma y falta de comprensión sobre la demencia, lo que puede hacer que la vida en la comunidad sea difícil para las personas con enfermedad de Alzheimer y sus cuidadores. La adaptación de la sociedad a las personas con demencia es esencial para que puedan vivir en la comunidad. Una de las mayores necesidades de las personas con demencia en la sociedad es la orientación. Las personas con demencia pueden tener dificultades para navegar por su entorno y pueden perderse fácilmente. Son necesarias medidas de orientación en la comunidad, como señalización clara y consistente y la posibilidad de identificación de las personas con demencia para ayudarles a mantenerse seguros. Relacionado con lo anterior, otra necesidad importante es la seguridad. Las personas con demencia pueden estar en riesgo de caídas y otros accidentes. Se debe mejorar la seguridad en la comunidad, poniendo la iluminación adecuada, eliminando barreras arquitectónicas y ofreciendo apoyo a las personas con demencia. Además de las necesidades prácticas, también es importante abordar las necesidades emocionales y sociales de las personas con demencia en la comunidad. Las personas con demencia pueden sentirse aisladas y solas, siendo la soledad un problema que afecta la vida de muchas personas con demencia. Las personas con demencia pueden sufrir el aislamiento de la sociedad, y muchas veces son marginadas debido a la falta de comprensión sobre su enfermedad. Este aislamiento social puede tener un efecto perjudicial en la salud mental y física de las personas con demencia. El distanciamiento de los familiares y amigos también puede ser devastador. Todo lo anterior hace que las personas con demencia se sientan olvidadas o abandonadas, lo que puede aumentar su confusión y ansiedad. Por lo comentado anteriormente, es recomendable proporcionarles a las personas con demencia oportunidades para socializar y participar en la comunidad. Se necesitan espacios seguros y accesibles para que las personas con demencia puedan interactuar con el resto de la sociedad, como programas de voluntariado intergeneracional o actividades culturales. Además, los ingresos en instituciones pueden generar dudas y preocupaciones en las personas con demencia y sus familias. La idea de mudarse a una institución puede ser desconocida para muchos. La adaptación de la sociedad a las necesidades de las personas con demencia es un paso importante para garantizar una vida satisfactoria en la comunidad. Esto incluye medidas de orientación, seguridad y accesibilidad. También es importante abordar la soledad que experimentan las personas con demencia en la sociedad. Las instituciones y los centros especializados pueden ser una opción para algunas personas con demencia. Sin embargo, es esencial que se aborden las preocupaciones y se brinde apoyo emocional y social a las personas con demencia y sus familiares. Concluyendo, la vida en la comunidad para las personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias puede ser difícil debido a la falta de consciencia y adaptación de la sociedad a sus necesidades, así como a la soledad y el aislamiento social que enfrentan. Es importante abordar estas preocupaciones y garantizar un ambiente seguro y acogedor para las personas con demencia en la comunidad y en las instituciones.

dimecres, 13 de novembre 2024 08:59

Una enfermera atiendo a una persona mayor
06 - 11 - 2024

Adaptación de las personas con demencia a las instituciones

Categorías: Opinión

Mercedes Torrecilla | Psicóloga Uno de los mayores desafíos que enfrentan las personas con demencia y sus cuidadores es la adaptación a las instituciones, como residencias, centros de día, etc. Es importante que las instituciones tengan los recursos pertinentes para satisfacer las necesidades de las personas con demencia y las de sus familiares. Un aspecto importante para una adaptación óptima es crear un ambiente acogedor y confortable. Las personas con demencia pueden sentirse desorientadas en un entorno nuevo, por lo que es importante que las instalaciones estén diseñadas para ser lo más cómodas y seguras posible; por ejemplo con señalizaciones claras y reconocibles, espacios amplios y bien iluminados, y evitando los ruidos y estímulos que puedan resultar confusos para las personas con demencia. La comunicación es otro punto clave. Las personas con demencia pueden tener dificultades para comunicarse, por lo que es importante que los trabajadores estén cualificados para mantener una comunicación clara y efectiva, escuchando y respondiendo a las necesidades y preocupaciones de las personas con demencia. Asimismo, las instituciones deben tener como referencia la filosofía de la atención centrada en la persona. Cada persona con demencia es única y requiere una atención personalizada. Los centros y los profesionales deben estar capacitados para adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Se recomienda que el centro cuente con un equipo multidisciplinar que incluya a médicos, enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos, logopedas, terapeutas ocupacionales, entre otros. Este equipo debe trabajar de manera coordinada para lograr una atención integral y centrada en la persona. Las personas con demencia pueden perder habilidades cognitivas a medida que la enfermedad avanza, por ello es importante que las instituciones dispongan de actividades y programas de estimulación cognitiva para la memoria, la atención y la cognición en general. Estas actividades pueden incluir juegos, ejercicios de memoria y actividades físicas. Otra cuestión que no se debe olvidar es promover la inclusión social, ya que las personas con demencia a menudo se sienten aisladas y solas. Es clave que las instituciones ofrezcan oportunidades para la interacción social y la participación en actividades en grupo. Las actividades sociales pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y mejorar la calidad de vida de las personas con demencia. Por último, resulta fundamental que las instituciones involucren a las familias de las personas con demencia en su atención. Las familias pueden aportar información valiosa sobre la historia de la persona, sus gustos y preferencias, y pueden ser un apoyo emocional fundamental para la persona con demencia. Del mismo modo, también hay que prestarles atención y ayuda, pues se sabe que la situación de cuidado puede tener consecuencias en la salud física y psicológica en el cuidador. Resumiendo, para favorecer la adaptación de las personas con demencia a las instituciones es recomendable crear un ambiente acogedor, comunicarse eficazmente, atención personalizada, estimulación cognitiva y fomentar la inclusión social. La adaptación a las instituciones puede ser un desafío para las personas con demencia y sus cuidadores, pero con las claves adecuadas, se puede mejorar la calidad de vida de las personas con demencia y la de sus familias.

dimecres, 06 de novembre 2024 10:00

Hombre oliendo una hoja.
28 - 10 - 2024

La estimulación cognitiva a través del olfato

Categorías: Opinión

Javier Libiano | Máster en Neuropsicología y Grado en Psicología por la Universidad de Salamanca El olfato es un sentido químico. Para los humanos los olores tienen la peculiar capacidad de evocar recuerdos. El olfato activa regiones cerebrales relacionadas con la emoción, el aprendizaje y la memoria. Cada día existe más evidencia de que la estimulación sensorial tiene efecto en el mantenimiento y mejora de las capacidades cognitivas. Una investigación de la Universidad de California descubrió que algunos olores podrían incrementar la capacidad cognitiva de las personas. Esta investigación abre la puerta a tratamientos neurorrehabilitadores no invasivos para luchar contra las enfermedades neurodegenerativas. La estimulación cognitiva olfativa establece un campo de intervención en el terreno de la neuroplasticidad, conocida como la capacidad que tiene el cerebro para recuperarse, reestructurarse, recomponerse, remodelarse, reformarse, reorganizarse y adaptarse a nuevas situaciones. En síntesis; los receptores olfatorios consisten en neuronas bipolares, localizadas en el epitelio olfatorio, que tapiza el techo de los senos nasales, en el hueso que está debajo de los lóbulos frontales. Los receptores envían terminaciones a través de la superficie de la mucosa, las cuales se dividen en cilios. Las membranas de estos cilios contienen receptores que detectan moléculas olorosas disueltas en el aire, que llegan a la mucosa olfatorio. Los axones de los receptores olfatorios pasan a través de los orificios de la lámina cribosa hacia los bulbos olfatorios, donde forman sinapsis en el glomérulo con las dendritas de las células mitrales. Estas neuronas envían axones, a través de los tractos olfatorios al cerebro, principalmente a la amígdala (relacionada con las emociones), la corteza piriforme (procesamiento de la información) y a la cortea entorrinal (memoria, orientación y aprendizaje). El hipocampo (aprendizaje y memoria), el hipotálamo y la corteza orbiotfrontal (toma de decisiones), reciben la información olfativa indirectamente. La amígdala, relacionada con la emoción, envía la información olfatoria al hipotálamo, relacionado con la ingesta de alimentos y la emoción. La corteza entorrinal, relacionada con el aprendizaje y la memoria, envía información olfatoria al hipocampo, relacionado también con el aprendizaje y la memoria. La corteza piriforme, relacionada con la memoria y el aprendizaje, envía información olfatoria al hipotálamo y a la corteza orbitofrontal, relacionada con la memoria y la emoción, a través del núcleo dorsomedial del tálamo, relacionado con la memoria y el aprendizaje. La corteza orbitofrontal además de información olfatoria, también recibe información gustativa, por ello, podría estar implicada en la combinación de gusto y olfato en los sabores. El hipotálamo recibe una considerable cantidad de información olfativa, lo que es importante probablemente para la aceptación o el rechazo de los alimentos y para el control olfatorio de los procesos de reproducción. Bibliografía: N. Carlson. (2006). Fisiología de la conducta. Editorial Pearson, Madrid W. Kahle. (2003). Atlas de Anatomía. Tomo 3. Sistema nervioso y órganos de los sentidos. Editorial Omega, Barcelona Woo, C; Miranda, B; Sathishkumar, M; Dehkordi-Vakil, F; Yassa, M y Leon, M. (2023). Overnight olfactory enrichment using an odorant diffuser improves memory and modifies the uncinate fasciculus in older adults. Frontiers in Neuroscience.

dilluns, 28 d’octubre 2024 08:00

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