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13 - 01 - 2022

Gestión de caídas en el Centro de Estancias Diurnas del CRE Alzheimer

Categorías: Divulgación

ROCÍO VALLE BERMEJO | FISIOTERAPEUTA EN EL CENTRO DE ESTANCIAS DIURNAS DEL CRE ALZHEIMER Desde el área de fisioterapia del Centro de Estancias Diurnas del CRE Alzheimer del Imserso en Salamanca, siguiendo la propuesta desde la Fundación Cuidados Dignos a través de la Norma Libera-Care, se realiza una gestión específica sobre las caídas elaborando un protocolo de actuaciones dirigidas a vigilar y reducir el número de caídas en el centro. Entre estas actuaciones está la recomendación del uso de símbolos o signos de diferentes colores que identifiquen a cada persona dentro de su correspondiente grupo de riesgo. En el centro se viene utilizando un sistema de vigilancia a modo de control de errante y se ha aprovechado este método para identificar a cada persona en un grupo de riesgo de caída determinado al darle color a ese errante catalogando al usuario en un grupo de riesgo concreto. De tal forma que: Control de errante de color verde, indica que el usuario presenta ausencia de riesgo de caída. Control de errante de color azul, indica que el usuario presenta leve riesgo de caída. Control de errante de color amarillo, indica que el usuario presenta moderado riesgo de caída. Control de errante de color rojo, indica que el usuario presenta grave riesgo de caída. Previamente, desde el área de fisioterapia y dentro del protocolo de ingreso se realiza la valoración oportuna para objetivar el riesgo de caída del usuario utilizando la escala TINETTI, teniendo en cuenta que son múltiples los factores generadores de caídas. La escala TINETTI es una escala que detecta el riesgo de caída en marcha y bipedestación. Valora distintos ítems de cada dominio calificando sus respuestas con 0,1 y 2 es decir anormal, adaptativo y normal respectivamente. El puntaje máximo de equilibrio es 16 y de la marcha 12 para un total de 28 con la que se estipula el riesgo de caída, a mayor puntuación menor riesgo: entre 19-24 el riesgo de caídas es mínimo, < 19 el riesgo de caída es alto. En función del grupo de riesgo se han establecido unas pautas de manejo diferentes: Grupo de riesgo de caída: ausente Mantener supervisión por las alteraciones conductuales y/o desorientación. Procurar un correcto control postural en sedestación siguiendo las medidas higiénico posturales generales. Durante la marcha daremos la orden verbal para evitar el arrastre de pies, mantener mirada al frente, brazos a lo largo del cuerpo y tronco erguido). Asegurar un entorno seguro y libre de obstáculos (prestar atención a los obstáculos, mobiliario, iluminación, suelos irregulares/resbaladizos…). Proporcionar al usuario sus dispositivos visuales o auditivos. Prestar atención al calzado que usa y a que los cordones y/o velcros están bien cerrados. Ante cualquier cuadro agudo que pueda disminuir sus capacidades físicas, funcionales y cognitivas, adaptar las medidas preventivas a la situación que se presente para garantizar la seguridad. Anticipar a la persona la finalidad de la marcha, traslado y/o transferencia, repitiendo las veces que sea necesario. Grupo de riesgo de caída: leve A las indicaciones del nivel anterior se unen: Extremar las precauciones en situaciones de mayor inestabilidad: Al levantarse/sentarse porque a veces son inestables y pierden el equilibrio. Al caminar en grupo porque aumenta la probabilidad de tropiezos y empujones. Al girarse o cambiar de dirección en la marcha pues pueden hacerlo con inestabilidad y pasos discontinuos, y tropezar. Adaptarse individualmente a las necesidades físicas de cada persona (no todos necesitan la misma supervisión ni en el mismo momento). Proporcionar el tiempo indispensable que requiera la persona para realizar la tarea con seguridad. Grupo de riesgo de caída: moderado A las indicaciones del nivel anterior se unen: Será necesaria la supervisión y acompañamiento continuo de una persona. Ofrecer el apoyo físico justo y necesario para realizar la tarea de forma segura, evitando dar apoyos que mermen la autonomía e independencia de la persona. Cuando las circunstancias lo obliguen y sea necesario dar apoyo físico ofreceremos nuestro brazo y estimularemos para que sea la persona quien se apoye/agarre a nuestro brazo, evitando llevarle de la mano y favoreciendo un apoyo activo. Se podrá especificar en cada caso la mejor forma de ofrecer un apoyo físico respetando la autonomía de la persona en la tarea y proporcionando seguridad a la persona y a nosotros como acompañante. Extremar las precauciones en situaciones inestables porque aumenta el riesgo de caída ya que no mantienen el equilibrio, calculan mal la distancia de la silla, su capacidad de acción y reacción es más lenta y tienen menor fuerza en los miembros. Ofreceremos nuestra guía verbal para las transferencias y marcha de forma segura, desmenuzando los pasos a seguir con orden verbal clara y concisa. Podemos dar un estímulo físico para propiciar una respuesta motora en la persona (para levantarse hacer ligera tracción en brazos, para sentarse estimulo en cintura y hombro hacia abajo…) pero que sea la persona la que realice el movimiento en la medida de lo posible. Se evitará caminar en un grupo numeroso de personas. Grupo de riesgo de caída: grave Las personas pueden no haber completado la escala predictora de caída en marcha y bipedestación, y por ello estar en este nivel, llegando a ser inespecífica la estabilidad en los distintos parámetros de la marcha, sedestación y bipedestación, pero a la observación las indicaciones a seguir se ajustan más a este nivel de gravedad. A las indicaciones del nivel anterior se unen: El uso de este sistema de diferentes colores hace que sea más fácil el que todas las personas que trabajan en el centro conozcan el riesgo de caída que presenta cada uno de las personas usuarias del centro y asuman la responsabilidad de realizar la vigilancia ante las caídas, además de adoptar medidas preventivas inmediatas al visualizar el color del errante. Con este sistema de gestión se reducen de forma importante el número de caídas en el centro, por ello desde el área de fisioterapia se veía la necesidad de darlo a conocer. Otra de las actuaciones claves para el manejo de las caídas es el registro de las mismas que lo veremos en otra ocasión. Será necesario un mayor apoyo físico continuo de una o dos personas, siempre estimulando una marcha activa para la persona (si es que es posible la marcha). La persona además de un apoyo físico puede necesitar una ayuda técnica para la marcha (silla de ruedas/andador). Se fomentará la marcha activa siempre que se pueda. Se podrán emplear otras ayudas técnicas como la grúa o el bipedestador. Extremar las precauciones pues el riesgo de caída aumenta aún más en este nivel en situaciones inestables.

mércores, 02 novembro 2022 16:13

06 - 11 - 2017

Protocolos de gestión del dolor en demencia avanzada

Categorías: Divulgación

MERCEDES MONTORO-LORITE (1), MONTSERRAT CANALIAS-REVERTER (2) | (1) UNIDAD DE ONCOLOGÍA MÉDICA, INSTITUTO CLÍNICO DE ENFERMEDADES HEMATOLÓGICAS Y ONCOLÓGICAS, HOSPITAL CLÍNIC DE BARCELONA. (2) DEPARTAMENTO DE ENFERMERÍA DEL INSTITUTO DE MEDICINA Y DERMATOLOGÍA, HOSPITAL CLÍNIC DE BARCELONA La demencia es una enfermedad progresiva caracterizada por un grave déficit cognitivo acompañado de pérdida de habilidades de comunicación y de la capacidad de realizar actividades de la vida diaria. Las personas que sufren demencia en fase avanzada no pueden verbalizar, ni interpretar, ni recordar la experiencia del dolor pero si pueden expresarlo a través de diferentes conductas. Estos pacientes pueden manifestar dolor o malestar a través de diversos comportamientos, incluyendo movimientos físicos inquietos y vocalizaciones de dificultades como gimiendo y gritando. Estas conductas de dolor pueden ser difíciles de interpretar. Por ello en 2002 la Sociedad Americana de Geriatría, organizó un marco integral de directrices de indicadores de comportamiento del dolor persistente en ancianos con demencia avanzada. Basándose en estos indicadores, existen múltiples escalas observacionales para personas que sufren demencia en fase avanzada, siendo la observación de conductas de dolor sustitutos del informe verbal autónomo. La elección de la herramienta observacional más adecuada debe considerar el contexto clínico o tipo de dolor a evaluar. Para ámbito hospitalario o dolor agudo, las escalas observacionales deben ser rápidas de cumplimentar y de fácil manejo ya que deben utilizarse de forma más frecuente al tratarse de un proceso agudo. Mientras que para ámbitos residenciales o dolor crónico, las escalas observacionales deben ser más extensas y multidimensionales, que evalúen una lista más completa de comportamientos menos comunes relacionados con dolor y cambios en las actividades, la interacción y el estado mental. En la actualidad disponemos de 28 herramientas observacionales en la literatura científica. Las escalas que destacan por sus mejores propiedades psicométricas son la PACSLAC para ámbito residencial y la PAINAD para ámbito hospitalario. Expertos en dolor sugieren que cualquier herramienta observacional debe utilizarse como parte de un protocolo de manejo integral del dolor, que incluya la interpretación de la puntuación y la verificación con tratamientos apropiados sugeridos. Estos protocolos se basan en el marco conceptual «la jerarquía de evaluación del dolor de McCaffery y Pasero». Los protocolos estandarizados en gestión integral del dolor proporcionan una herramienta destinada a mejorar el manejo del dolor y facilitar la toma de decisiones a través de algoritmos. Estos protocolos normalizados implementados en las rutinas diarias de la atención a las personas que sufren demencia avanzada han demostrado la reducción de las puntuaciones del dolor en este colectivo y el aumento en el uso de intervenciones no farmacológicas para su alivio. Estos protocolos estandarizados incluyen un proceso cíclico formado por cuatro fases: evaluación, planificación/actuación, revaloración y registro. Las enfermeras, para poder implementar los protocolos de gestión del dolor precisan de formación y capacitación en el uso de las herramientas observacionales y de algoritmos de actuaciones, debido a los avances continuos y desarrollo de nuevas herramientas y estrategias. Más información en el siguiente enlace: Protocolos de gestión del dolor en demencia avanzada

martes, 08 novembro 2022 07:51

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