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lundi, 21 novembre 2022 10:49

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Tensiómetro
28 - 09 - 2020

EL IMPACTO DE LA HIPERTENSIÓN SOBRE LA COGNICIÓN Y LAS CONDUCTAS

Categorías: Divulgación

DR. AUGUSTO VICARIO | UNIDAD CORAZÓN-CEREBRO. INSTITUTO CARDIOVASCULAR DE BUENOS AIRES (ICBA). ARGENTINA La hipertensión arterial es considerada el principal factor de riesgo vascular modificable para desarrollar demencia con especial impacto sobre la edad media de la vida. El daño silente y prolongado sobre los vasos del cerebro, considerado como el daño de órgano blanco mediado por la hipertensión arterial, podría ser el núcleo común tanto de síntomas cognitivos (deterioro cognitivo, demencia y enfermedad de Alzheimer) como conductuales (depresión de inicio tardío). Es así que, el daño cerebrovascular podría anticipar no solo la expresión clínica del deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer sino también precipitar un cuadro de depresión de inicio tardío con características clínicas propias. Pero, debido a los complejos vínculos fisiopatológicos que relacionan la hipertensión con la expresión clínica del deterioro cognitivo o las alteraciones conductuales es que se soslaya la participación del cerebro como órgano blanco subestimando el riesgo cardiovascular y cerebrovascular. El daño cerebrovascular desmieliniza las fibras que conforman la sustancia blanca subcortical y así como, desconecta los circuitos cognitivos (entre la corteza frontal y los núcleos de la base), causando déficits cognitivos, también desconecta circuitos conductuales (entre la corteza frontal y el sistema límbico) expresando alteraciones conductuales. La convergencia en un mismo período de tiempo, sobre el mismo órgano (cerebro) de las tres patologías (hipertensión, deterioro cognitivo y depresión de inicio tardío) no solo refleja la contribución vascular de la hipertensión a las enfermedades cognitivo-conductuales (demencias y la depresión) sino que advierte sobre la necesidad de una evaluación integral en los pacientes hipertensos que incluya el funcionamiento cerebral (tamizado cognitivo y escalas conductuales) que permitan establecer diagnósticos precoces, planificar el tratamiento, mejorar pronóstico y contribuir a la disminución del riesgo de depresión, deterioro cognitivo y demencia, disminuyendo así su incidencia. Esta revisión narrativa explora la evidencia médica en forma no-sistemática e intenta alertar sobre patologías cada vez más frecuentes sobre las cuales una oportuna intervención podría disminuir su prevalencia futura. Pulse para leer el artículo completo

vendredi, 04 novembre 2022 10:17

Midiendo la presión arterial
27 - 01 - 2020

EL TRATAMIENTO ANTI-HIPERTENSIVO EN LA PREVENCIÓN DE LA DEMENCIA Y LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

Categorías: Divulgación

AUGUSTO VICARIO | CARDIÓLOGO, UNIDAD CORAZÓN-CEREBRO, ICBA-INSTITUTO CARDIOVASCULAR, ARGENTINA Desde hace varias décadas sabemos que la enfermedad vascular puede contribuir al desarrollo del deterioro cognitivo, la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Entre estas enfermedades que causan injuria vascular en el cerebro la hipertensión arterial, tal vez sea la más importante. Es así que, la Alzheimer’s Diseases International reconoció a la hipertensión arterial como el principal “factor de riesgo vascular modificable” para desarrollar enfermedad de Alzheimer. En la actualidad se estima que un billón de personas padecen hipertensión arterial y 40 millones de personas sufren demencia en el mundo. Demencia e hipertensión dos patologías con alta prevalencia que interaccionan en forma compleja en el cerebro de las personas y comprometen su salud cognitiva. Si la hipertensión arterial es un factor de riesgo, el tratamiento anti-hipertensivo debería poder controlar el riesgo y disminuir de algún modo su efecto, es decir el deterioro cognitivo y la demencia. Este artículo intentó reunir y revisar en forma no-sistemática la evidencia médica actual sobre el lugar que ocupa el tratamiento anti-hipertensivo en la prevención del deterioro cognitivo, la demencia vascular y la enfermedad de Alzheimer, más allá del conocido efecto sobre la prevención del ataque cerebro-vascular (ACV). A pesar de los complejos mecanismos fisiopatológicos que vinculan la hipertensión arterial con la enfermedad vascular del cerebro y las enfermedades neurocognitivas, así como la falta de estudios diseñados para observar el efecto del tratamiento anti-hipertensivo, no impiden concluir que el adecuado control de la presión arterial, en especial cuando esta inicia en la etapa media de la vida, previene o retrasa el comienzo del deterioro cognitivo y su conversión a demencia. En este trabajo de revisión, realizado por el Working Group Hypertension and Brain de la European Society of Hypertension conjuntamente con la Red Federal Corazón-Cerebro (www.corazoncerebro.com.ar) en Argentina, y publicado en la revista de la Federación Argentina de Cardiología analizó en forma ordenada estudios longitudinales, meta-análisis y ensayos randomizados que permitieron concluir no solo como el tratamiento anti-hipertensivo impacta sobre la incidencia de las demencia sino también alerta sobre la superioridad de alguna clase de drogas por sobre otras. Las investigaciones deben continuar para esclarecer muchas dudas que aún persisten, tanto sobre los complejos mecanismos cerebrales y las interacciones entre componentes vasculares y neuropatológicos, cuanto sobre la acción de las drogas antihipertensivas utilizadas. No obstante ello, el tratamiento y adecuado control de la hipertensión arterial con las drogas anti-hipertensivas actualmente en uso, parecen brindarnos una oportunidad para controlar el crecimiento epidémico de las demencias y preservar la salud cognitiva. Pulse para leer el artículo completo

vendredi, 04 novembre 2022 11:28

Anciano hospitalizado
20 - 05 - 2019

Hospitalizaciones en pacientes con alzhéimer

Categorías: Divulgación

ARACELY A. MENDOZA AGUILAR | GRADO EN MEDICINA POR LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DE GUAYAQUIL (ECUADOR) El Alzheimer es un desorden degenerativo cerebral caracterizado principalmente por pérdida de memoria y deterioro cognitivo del paciente. Según el reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen 50 millones de personas en el mundo con demencia, de las cuales el 60% – 70% son por alzhéimer, que es el tipo de demencia más común. La OMS reconoce la demencia como prioridad de salud pública. En América aproximadamente entre el 6,5% y el 8,5% de las personas mayores de 60 años tienen algún tipo de demencia, aunque se prevé que estas cifras se duplicarán en los próximos años. Una de las causas del aumento del número de personas afectadas por algún tipo de demencia ha sido el crecimiento de la población de la tercera edad, debido a los cambios demográficos que han aumentado la esperanza de vida. Debido al avance progresivo de la enfermedad, los pacientes con alzhéimer se vuelven totalmente dependientes, representando una carga significativa para sus familiares, cuidadores y para el sistema de salud nacional. Muchos pacientes durante el curso de su enfermedad necesitan ser hospitalizados. Los cuidadores, desempeñan un rol importante en la salud de los pacientes con Alzheimer. El deterioro de la memoria reciente suele ser el primer signo de la enfermedad acompañado generalmente con cambios de carácter y de conducta. Al presentar sintomatología muy variable, su diagnóstico puede ser tardío. Inicia típicamente entre 30 y 60 años. Se encuentra asociada a factores de riesgo como la edad avanzada, sexo femenino, antecedentes familiares de la enfermedad, bajo nivel de escolaridad, tabaco, trastornos lipídicos, evento cerebrovascular previo y trauma craneoencefálico, entre otros. No existe un test específico para el diagnóstico de alzhéimer y generalmente su diagnóstico es clínico. Actualmente no existe tratamiento definitivo. Según Alzheimer’s Association, el 85% de pacientes con alzhéimer o con algún tipo de demencia presentan una o más condiciones crónicas. La comorbilidad asociada con una mayor tasa de hospitalización es la hipertensión arterial, seguida de diabetes mellitus y enfermedad cerebrovascular. Las causas más frecuentes de hospitalización son las infecciones de tracto respiratorio y enfermedades infecciosas. Se realizó un estudio de tipo transversal descriptivo en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo de la ciudad de Guayaquil (Ecuador) que reportó la hipertensión arterial como la comorbilidad más común en estos pacientes y la neumonía como causa más frecuente de hospitalización. Además, se reportó que la diabetes mellitus y la hipertensión arterial en conjunto aumentan el riesgo de neumonía en estos pacientes y una asociación entre consumo de neurolépticos y hospitalizaciones por neumonía. El manejo ambulatorio correcto en estos pacientes con comorbilidades como diabetes, hipertensión, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y fallas cardiacas reducen el riesgo de casi todas las hospitalizaciones serias. Es importante prevenir las hospitalizaciones en pacientes con alzhéimer ya que aumentan la mortalidad en estos pacientes. Aproximadamente, 25.3% de pacientes con alzhéimer presentan hospitalizaciones prevenibles. Teniendo en cuenta el costo de la enfermedad y la carga que representa para los cuidadores de estos pacientes, es mandatorio adaptar intervenciones que preparen al cuidador y ayuden a prevenir las admisiones en pacientes con este tipo de demencia. Leer el artículo completo

lundi, 07 novembre 2022 07:27

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