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luns, 21 novembro 2022 10:49

Contido coa etiqueta deglución

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Mujer ayudando a comer a una persona mayor.
12 - 12 - 2024

Estrategias para tratar la disfagia en personas con demencia

Categorías: Divulgación

Área de referencia | CREA La disfagia es un trastorno que dificulta el proceso de deglución, afectando la capacidad de tragar alimentos, líquidos o incluso saliva. Este problema es especialmente prevalente en personas con alzhéimer y otras demencias, particularmente en las etapas intermedias y avanzadas de la enfermedad. A continuación, se detalla su relación con estas condiciones y estrategias para su manejo. Relación entre disfagia y demencias Degeneración neurológica: En el alzhéimer y otras demencias, la pérdida progresiva de la función cerebral afecta las áreas encargadas de la coordinación motora, incluyendo la deglución. Los reflejos de deglución pueden ser lentos o ineficientes, aumentando el riesgo de aspiración (entrada de alimentos o líquidos en las vías respiratorias). Impacto cognitivo: Las personas con demencia a menudo pierden la capacidad de reconocer alimentos, comprender instrucciones para comer, o coordinar los movimientos necesarios para masticar y tragar. Esto puede llevar a episodios de atragantamiento o rechazo de los alimentos. Fases de la disfagia en demencias: Oral: Dificultades para masticar o mover los alimentos en la boca. Faríngea: Problemas para iniciar el reflejo de deglución o paso ineficaz del bolo alimenticio hacia el esófago. Esofágica: Obstrucciones o motilidad reducida en el esófago. Consecuencias de la disfagia en demencias Desnutrición y deshidratación: La dificultad para ingerir alimentos y líquidos puede resultar en una ingesta insuficiente, agravando el estado general de salud. Riesgo de neumonía por aspiración: Los alimentos o líquidos que entran en las vías respiratorias pueden causar infecciones pulmonares graves. Estrés emocional: La disfagia genera frustración y ansiedad tanto en los pacientes como en los cuidadores, afectando la calidad de vida. Manejo de la disfagia Evaluación temprana: Es fundamental que un profesional (como un logopeda o un fonoaudiólogo) evalúe los problemas de deglución mediante estudios especializados, como una videofluoroscopia o endoscopia. Adaptación de la dieta: Textura modificada: Usar alimentos blandos, triturados o líquidos espesados según el nivel de disfagia. Temperatura y sabor: Preferir alimentos que sean más fáciles de percibir y manejar. Técnicas de alimentación: Ofrecer bocados pequeños y líquidos espesados. Asegurarse de que la persona esté sentada en posición erguida durante y después de las comidas. Supervisar constantemente para evitar atragantamientos. Terapias de rehabilitación: Ejercicios específicos para fortalecer los músculos involucrados en la deglución. Técnicas de compensación, como el uso de maniobras deglutorias. Apoyo emocional y educativo: Formar a los cuidadores para que entiendan y manejen la disfagia. Proporcionar soporte emocional al paciente para reducir su ansiedad al comer. Cuidados paliativos en etapas avanzadas En las etapas finales de la demencia, puede ser necesario tomar decisiones éticas sobre el uso de alimentación por sonda, priorizando la comodidad y calidad de vida del paciente. En conclusión, la disfagia en personas con alzhéimer y otras demencias requiere un enfoque multidisciplinario que integre aspectos clínicos, nutricionales y emocionales para garantizar una atención integral. Artículos relacionados: Alimentos de riesgo en personas con disfagia Dieta con textura triturada para personas con disfagia Dieta de disfagia

xoves, 12 decembro 2024 08:52

xoves, 01 xuño 2023 08:00

xoves, 18 maio 2023 08:00

Dieta sin adeptaciones
02 - 09 - 2021

Dieta sin adeptaciones

Categorías: Logopedia

El área de logopedia del CRE de Alzheimer del Imserso ofrece una serie de videos relacionados con los problemas de deglución y comunicación que presentan las personas con alzhéimer u otras demencias. MARÍA JOSÉ MARTÍN AMARO, CRISTINA RESINES PÉREZ LOGOPEDAS EN EL CRE DE ALZHEIMER El área de logopedia del Centro de Referencia Estatal de Alzheimer, junto con enfermería, medicina y personal de cocina, se encarga de determinar la dieta de las personas con demencia que acuden a los diferentes recursos. El día del ingreso se realiza una valoración logopédica con este fin.   Las personas con demencia con ausencia de disfagia no necesitan adaptación de los distintos alimentos que forman la dieta, por tanto se pauta una dieta basal. En las primeras fases de manifestación de la demencia no es frecuente encontrar alteraciones en el proceso de deglución. Se establece una dieta normal que abarque todo tipo de alimentos, sin modificación en las cantidades, ni texturas. La función principal del logopeda en estos casos es supervisar que se mantengan y garanticen los principios de eficacia y seguridad durante el proceso de deglución. Alimentos representativos de una dieta sin adaptaciones: Primeros platos: legumbres, arroces, pastas, verduras… Segundos platos: todo tipo de carnes, pescados… Postres: variados.

mércores, 26 outubro 2022 15:16

14 - 05 - 2020

Cuidados para mejorar la deglución

Categorías: Alimentación

Información sobre alimentación para cuidadores formales e informales de pacientes con demencia. El contenido de esta infografía ha sido extraído de los cursos de teleformación impartidos por los profesionales del CRE de Alzheimer del Imserso. INFOGRAFÍA  

luns, 24 outubro 2022 15:37

Señor con su logopeda
25 - 06 - 2018

La importancia de la logopedia en el alzhéimer

Categorías: Divulgación

NOELIA ASENSIO CAVA | LOGOPEDA DE LA ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE ENFERMOS DE ALZHEIMER Y OTRAS PATOLOGÍAS DE CARTAGENA Y COMARCA «La actividad comunicativa y lingüística de los mayores está marcada por procesos de tipo socio-culturales y físico-orgánicos» (Valles, 2011). Los primeros están relacionados con los cambios en la rutina de vida debidos, por ejemplo, a la pérdida de la pareja, a la jubilación o cambios en el círculo familiar, haciendo que la interacción comunicativa disminuya, pudiendo generar cierto aislamiento (Riaño y Moreno, 2012; Valles, 2011). Los segundos, relacionados con lo biológico, provocan alteraciones en diversas funciones como las sensoriales, las cognitivas y las motoras, alterando el lenguaje expresivo y/o comprensivo (Valles, 2011). Es conocido que el alzhéimer no afecta únicamente a la memoria pues los cambios en la estructura cerebral provocan el desmantelamiento progresivo de todas las funciones cognitivas superiores, entre las que se encuentra el lenguaje. Desde el inicio de esta enfermedad, la competencia comunicativa empieza a alterarse. (Pérez, 2012; Valles, 2013). El lenguaje de las personas afectadas por la demencia manifiesta diversas características, las cuales varían drásticamente de un paciente a otro y de acuerdo con la progresión y etiología de cada tipo de demencia (Horcajuelo, Criado-Álvarez, Correa y Romo, 2014). En general, las limitaciones lingüísticas más destacadas se observan en el nivel léxico-semántico, y pragmático (Valles, 2013; Pérez, 2012). El lenguaje espontáneo, en general, presenta pausas para encontrar las palabras (Montagut, Sánchez-Valle, Castellví, Rami, y Molinuevo, 2010). En la etapa inicial, las primeras dificultades lingüísticas pueden tardar en aparecer algún tiempo (problemas para encontrar las palabras, dificultad para detectar recursos humorísticos e irónicos…) en la etapa moderada, todos los déficits comunicativos de la fase anterior se agravan hasta el punto de convertir su discurso en una jerga y en ocasiones vacío de significado; en la etapa avanzada aparece un discurso repleto de ecolalias (repeticiones involuntarias) y la comprensión se ve gravemente alterada. En el final de esta etapa el hablante cae en un estado de mutismo (Pérez, 2012). Los logopedas tienen un papel primordial en la identificación, la evaluación y el tratamiento de los desórdenes cognitivo-comunicativos asociados a las demencias incluyendo la colaboración con los miembros del equipo interdisciplinar en el manejo de casos, así como en la educación, la promoción y la investigación (Jaramillo, 2010). Uno de los principales objetivos del logopeda es retrasar al máximo la pérdida de la capacidad comunicativa de las personas con demencia, igualmente deberá participar en la educación sanitaria, informando a los familiares, cuidadores y profesionales de las características del trastorno detectado y de las medidas de mejora, facilitando, consejos sobre la comunicación de los que puedan beneficiarse las personas del entorno de los pacientes, con lo que se conseguirá mejorar la adaptación emocional y social de los enfermos (Fernández, González, Sande, Crego, y Calenti, 2002). Más allá del lenguaje Otro de los síntomas muy frecuente en la tercera edad, que afecta hasta al 30-40% de la población de más de 65 años, y al 84% de los enfermos de alzhéimer es la disfagia orofaríngea (Clavé y García, 2011; Rodríguez, Martín, Romero y Silva, 2015; Fernández, 2017). Esta sintomatología puede dar lugar a dos tipos de complicaciones, por un lado alteraciones en la eficacia de la deglución, que pueden provocar malnutrición o deshidratación; y por otro alteración en la seguridad de la deglución, que puede causar una aspiración a las vías respiratorias, que puede suponer un alto riesgo de neumonía y una elevada tasa de mortalidad (Úbeda y Chuliá, 2012; Clavé y García, 2011). El diagnóstico y tratamiento de pacientes con disfagia depende del trabajo de un equipo multidisciplinario de profesionales integrado por médicos, enfermeras, logopedas, dietista, endocrinólogos, gastroenterólogos, otorrinolaringólogos, radiólogos, rehabilitadores, geriatras, neurólogos, cirujanos digestivos y la familia del paciente (Clavé, Terré, de Kraa y Serra, 2004; Clavé y García, 2011). Nazar, Ortega y Fuentealba (2009) afirman que «los datos disponibles sitúan a la disfagia como una prioridad por su incidencia en la morbilidad, en la mortalidad y en la frecuentación hospitalaria de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer». La intervención debe estar encaminada a mejorar la seguridad y la eficacia de la deglución, evitar complicaciones médicas graves y favorecer una mayor calidad de vida para el paciente (Clavé y García, 2011). El papel del logopeda en la intervención consiste en trabajar de manera directa con la persona y de manera indirecta con la familia, dependiendo de las necesidades del paciente para asegurar que la persona afectada pueda tragar sin riesgos. Esto puede incluir enseñar estrategias posturales compensatorias o alterar la dieta del paciente (usar espesantes, triturar ciertos alimentos…). Una de las características que acompaña a la disfagia, son las alteraciones vocales. Por su proximidad anatómica, la deglución y la voz están fisiológicamente relacionadas. La alteración en una de estas funciones desencadenará riesgos de aparición de la otra, por lo tanto a la falta de placer por comer se le añade la alteración en la comunicación, impactando ambos factores directamente sobre la calidad de vida del paciente (Vargas-García, 2017). En los últimos años, varios estudios han demostrado que la voz de las personas en desarrollo de la enfermedad de Alzheimer se encuentra alterada en los estados más tempranos de la enfermedad, por tanto, es predecible que la voz pueda convertirse en un biomarcador fiable de la predicción diagnóstica de esta neurodegeneración (Ivanova, Meilán, Carro y Martínez-Sánchez, 2016). Es interesante llevar a cabo investigaciones por parte del logopeda, que estudien la relación de las alteraciones de la voz y la demencia tipo alzhéimer, con el fin de aportar nuevos enfoques a la detección precoz de esta enfermedad. Por otra parte, el logopeda también trabajará de manera directa con los pacientes, realizando ejercicios dirigidos a mejorar la respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia. La pérdida auditiva o presbiacusia afecta a la comprensión verbal, que sumada al deterioro de la comprensión debido a la demencia, dificulta la comunicación y las relaciones sociales (Lodero, 2011). El logopeda realiza un trabajo conjunto al otorrinolaringólogo y al audiólogo. En el caso de utilizar audífono, el papel del logopeda consiste en asegurarse de que la prótesis auditiva cubra los déficits auditivos del paciente, realizando un seguimiento y control de eficacia. Si no fuera posible la prótesis, se usarán métodos alternativos de comunicación. El logopeda informará al entorno y le ayudará a desarrollar estrategias comunicativas con el fin de adaptarse a la persona con pérdida auditiva, mejorando de esta manera la comunicación entre ellos (Fernández, González, Sande, Crego, y Calenti, 2002). Bibliografía Clavé Civit P., García Peris P. (2011) Guía de Diagnóstico y de tratamiento nutricional y rehabilitador de la Disfagia Orofaríngea. Barcelona. NestleNutrition. Clavé, P., Terré, R., Kraa, M. D., & Serra, M. (2004). Actitud a seguir ante una disfagia orofaríngea. Revista Española de Enfermedades Digestivas, 96(2), 119-131. Fernández Gómez, E. (2017). Revisión sistemática de la disfagia en el daño neurológico. Fernández, L. L., González, N. V., Sande, A. L., Crego, M. G., &Calenti, J. M. (2002). Papel del logopeda en un centro gerontológico de estancias diurnas. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 22(1), 42-48)) Horcajuelo, C., Criado-Álvarez, J. J., Correa, S., & Romo, C. (2014). Análisis de tareas de fluidez verbal semántica en personas diagnosticadas de la enfermedad de Alzheimer y adultos sanos. Revista De Investigación en Logopedia, 4(2). Ivanova, O., Meilán, J. J. G., Carro, J., & Martínez-Sánchez, F. I (2016). Congreso Internacional Interdisciplinar sobre Voz: Resúmenes. Jaramillo, J. (2010). Demencias: los problemas de lenguaje como hallazgos tempranos. Acta Neurológica Colombiana, 26, 101-111. Lodero, L. (2011). Estudio comparativo y relacional del lenguaje y la audición de acuerdo al estado cognitivo en una muestra de personas mayores de 65 años. (Tesis doctoral). Universidad de A Coruña, España. Montagut, N., Sánchez-Valle, R., Castellví, M., Rami, L., &Molinuevo, J. L. (2010). Reaprendizaje de vocabulario. Análisis comparativo entre un caso de demencia semántica y enfermedad de Alzheimer con afectación predominante del lenguaje. RevNeurol, 50(3), 152-6. Nazar, G., Ortega, A. y Fuentealba I. (2009). Evaluación y manejo integral de la disfagia orofaríngea. Revista Médica Clínica Las Condes, 20(4), 449 – 457. Pérez Mantero, J. L. (2012). El déficit lingüístico en personas con demencia de tipo alzhéimer: breve estado de la cuestión. Riaño, J. R., & Moreno, D. M. B. (2012). Beneficios de un programa de estimulación cognoscitivo/comunicativo en adultos con deterioro cognitivo moderado derivado de demencia. Revista Areté, 12(1), 128-139. Rodríguez, G. D. M. D., Martín, R. M., Romero, M. A. P., & Silva, C. R. (2015). Manejo de la disfagia orofaríngea en personas de edad avanzada. Salud, alimentación y sexualidad en el envejecimiento Volumen I, 431. Úbeda, C. V., &Chulià, J. P. (2012). Logopedia y nuevos ámbitos de actuación en disfagia orofaríngea en la Comunidad Valenciana. Boletín de AELFA, 12(2), 45-53. Vargas-García, M. A. (2017). Repercusiones sociales de la disfagia: revisión sistemática. Revista Colombiana de Rehabilitación, 16(1), 32-39. Valles, B. (2011). Representaciones y creencias en torno a la evaluación lingüística del adulto mayor con trastorno cognitivo leve. Revista de Investigación en Logopedia, 1(1). Valles, B. (2013). Una aproximación al estudio de la conversación de la persona con Alzheimer y sus interlocutores sanos. Revista de Investigación en Logopedia, 3(2).

luns, 07 novembro 2022 12:54

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